Cultura Viscachani
La corriente migratoria procedente del norte que invade los Andes huyendo de las rigurosas condiciones climáticas debidas a las últimas glaciaciones desarrolla una cultura incipiente.
A este período pre-cerámico y pre-agrícola corresponde la industria lítica de Viscachani; pero en una etapa ulterior los pueblos cazadores desarrollaron una cultura relacionada con la arquitectura rupestre.
A los pueblos cazadores siguen los pescadores que usaron embarcaciones de totora, cuyos remanentes quedan en el lago Titicaca. Sus descendientes son los Urus y los Chipayas.
La cultura Viscachani se halla representada en Bolivia por tres sitios arqueológicos: San Pablo de Lípez y Camacho, en la región potosina de Sur Lípez; el sitio Ñuapua ubicado en el departamento de Tarija, con una antigüedad de 9.000 – 10.000 A.C.; y el sitio Jaiwaiku ubicado en Cochabamba con un antigüedad de 12.000 años.
El período denominado arcaico se caracteriza por el descubrimiento de la agricultura y la ganadería. Así muchos grupos humanos abandonan las cuevas y resguardos rocosos para construir viviendas muy rudimentarias. Al final de este período, entre los años 2.500 a.C. y 1.500 a.C., se inventa la textilería y la cerámica, y comienza el desarrollo de la arquitectura.
Las primeras culturas del formativo en el altiplano: Wankarani y Chiripa. En el segundo milenio antes de Cristo, aparecen las primeras aldeas. A este momento se le denomina Formativo, etapa de dos culturas importantes, una altiplánica: wankarani; y otra lacustre: chiripa.
Cultura Wankarani
Se desarrolló en los departamentos de La Paz, y Oruro, al norte y Noreste del Lago Poopó. Su antigüedad se remonta al año 1.200 antes de nuestra era y pervive hasta el siglo segundo después de Cristo.
Establecida en una región de puna no llegó a desarrollarse plenamente manteniendo su estado de tipo aldeano hasta sucumbir al influjo de la expansión tiahuanacota.
Su economía se basó en el pastoreo de camélidos. Sus aldeas están situadas sobre montículos con casas de planta circular. No hay restos de construcciones correspondientes a centros religiosos; tan sólo se han encontrado cabezas de llamas, talladas en piedra, que responden a una concepción religiosa.
Se ha registrado 17 sitios arqueológicos que presentan un patrón habitacional aldeano, sin que ninguno haya alcanzado es estado urbano. Las localidades consistían en agrupaciones de casas de planta circular ubicadas de modo colindante.
La uniformidad de las viviendas es signo de que estaba en vigencia una división clasista de la sociedad. Probablemente una muralla de adone encerraba el contorno del sitio, cumpliendo a la vez una función de seguridad del sitio.
Los hombres de esa cultura practicaron la agricultura y ganadería ya que lograron la domesticación de animales como la llama, y de plantas como la papa y la quinua. Por lo tanto, las aldeas tuvieron una economía autosuficiente, pero aún no especializada.
La cultura Wankarani conoció la manufactura de la cerámica de tipo utilitario carente de pintura; la fundición del cobre; y el trabajo de escultórico en piedra. Los hallazgos más importantes en este ultimo aspecto, son cabezas clavas de auquénidos talladas en arenisca roja.
De los 17 sitios registrados, en tres se divisa superposición de cerámica tiwanakota. Se calcula que la etapa superior de Wankarani aconteció en las primeras centurias de la era cristiana, y su eclipsamiento total ocurrió bajo el dominio de Tiwanaku.
Cultura Chiripa
La cultura Chiripa Se ubica en la península de Taraco, sobre el lago Titicaca donde hay un montículo artificial sobre el que se encuentran varios recintos dispuestos en torno a un templete semisubterráneo.
Estos recintos tienen paredes dobles. Chiripa se ubica en el siglo XIV antes de Cristo y dura hasta los primeros años de nuestra era. En un momento es coetánea a Tiahuanaco.
Formativo inicial.- Se inicia hacia el año 1.300 A.C., durante las fases Condori y Llusco. En ellas, sus pobladores habían superado la etapa de cazadores y recolectores.
El hombre había aprendido a conseguir su alimentación por medio del cultivo de la tierra, con la domesticación de la papa y la quinua. Así, Chiripa inicio la vida aldeana, dominando también la técnica de la cerámica y de la piedra trabajada.
La fase Mamani de Browmann, que se extiende del año 800 A.C. al 100 A.C., se asocio a un patrón de construcciones ceremoniales alrededor de un templo hundido.
Estas características, unidas a la enorme expansión del estilo de la cerámica chiripa, mostrarían la presencia de un proto estado altiplanito.
La expansión de la cerámica (vasijas decoradas con motivos escaliformes con varios motivos zoomorfos) abarco la zona comprendida al Este del Lago Titicaca, con fuerte influencia en el altiplano paceño (zona Chuku Apu Marka y Cuenca de Tiwanaku), y la zona de los valles de Tambo Kusi.
La religión Los trabajos de campo han permitido en los últimos tiempos recorrer el velo que ocultaba la religión más antigua de nuestro territorio. Los descubrimientos efectuados, desde 1973, en el sitio Titimani, han comprobado la existencia de un complejo cúltico asociado con una treintena de litos trabajados. Desde la antigua población de Chiripa.
El hombre andino creo un dios antropomorfo, cuyo prototipo sobrevivió hasta la fase Tiwanakota de Konko Wankarani. Por otro lado, el hallazgo de la estatua de una mujer sexuada muestra la existencia de deidades femeninas dominantes. Las demás piezas talladas en piedra son representaciones de patatas, maíz, animales sacrificados (llama), peces, que muestra una etapa de profundo culto a la fertilidad.
Todos estos factores de carácter cúltico constituyen indicios claros de una diferenciación social con una clase directora que, a partir de una inicial practica mágica, controlan los poderes encarnados en deidades responsables de los fenómenos de la naturaleza tales como la lluvia, la sequía, etc. Cuyos efectos redundan positiva o negativamente en la suerte vital de las comunidades.
Cultura Tiwanaku
Esta cultura ha sido dividida en tres grandes épocas: Período Aldeano, Período Urbano y Período Imperial.
Periodo Aldeano
Contemporáneo a Wankarani y Chiripa, se inicia hacia 1200 a. C. y dura hasta el siglo I de nuestra era cuando se produce en Tiahuanaco un cambio radical que los estudiosos llaman “revolución urbana”.
Una de las principales características de la ciudad en formación es la presencia de centros ceremoniales junto a los cuales existe una población estratificada en clases sociales; las tierras aledañas a estos centros se cultivan por medio de “suka-collos ” o zanjas que permiten retener el agua de las lluvias para asegurar el cultivo en tiempo seco.
Periodo urbano
Dura hasta el siglo séptimo de nuestra era cuando se inicia la expansión del estado tiahuanacota, comenzando así el periodo imperial, hay zonas estrechamente relacionadas con Tiahuanaco, como Wari, cerca de Ayacucho(Perú), ciudad que cayó bajo el dominio de Tiahuanaco y que llegó a ser uno de los centros más poderosos de la expansión tiahuanacoide.
Tiahuanaco se expandió al sur sobre el desierto de Atacama y Cochabamba, llegando hasta el norte de la actual república Argentina.
La ciudad de Tiahuanaco tenía dos centros ceremoniales: Akapana-Kalasasaya y Puma-punku. Akapana es una pirámide artificial conformada por plataformas sucesivas, desde ella se divisa el conjunto de Kalasasaya y el Templete Semisubterráneo.
En el siglo VIII de nuestra era, Tiahuanaco se expande políticamente sobre la base de los enclaves preexistentes, esta expansión se evidencia por la difusión de los símbolos y elementos tiahuanacotas que aparecen en la cerámica y los textiles de todo ámbito conquistado.
El colapso de Tiahuanacu
Se conoce que uno de los factores determinantes del colapso de Tiahuanaco fueron los cambios climáticos. Hacia el año 950 de nuestra era el régimen de lluvias comenzó a decrecer, llegando a producir una larga e intensa sequía entre 1250 y 1310 dc.
Este hecho trajo como consecuencia la total escasez de las cosechas y la desaparición de los campos de cultivo, incluidos los sukakollus. La población se dispersó y los centros urbanos fueron abandonados.
A esta situación se suma el arribo al altiplano especialmente a la zona de Lago Titicaca, de diferentes pueblos de pastores de habla aimara que se ubicaron en las zonas altas en pequeñas ciudadelas fortificadas, formando, lo que conocemos hoy, con el nombre de Señoríos Aymaras”.
Según algunos cronistas, estos pueblos procedían del sud-oeste de las regiones de Coquimbo y Potosí.
Señoríos Collas
Desaparecido el Imperio Tiahuanaco, la región quedó fragmentada en varias etnias aimaras que conviven con los urus quienes en un momento tuvieron el dominio de la cuenca lacustre. Estos aimaras se caracterizan por sus necrópolis compuestas por tumbas en forma de torres-chullpas. Existen también algunas fortalezas denominadas pucaras.
El modelo por el cual se regulaban estas etnías es el de verticalidad o control de los diversos pisos ecológicos que sostienen su economía de subsitencia. Ningún grupo humano necesita tanto de sus relaciones con la costa y con los valles como los pueblos aimaras del altiplano, por esta razón cada centro de la puna controlaba por medio de la colonización zonas periféricas situadas a diferentes alturas y con climas varios.
A mediados del siglo XV el reino Colla conservaba un extenso territorio con su capital Hatun-Colla. El inca Viracocha incursionó en la región, pero quien lo conquistó fue su hijo Pachacutec, noveno Inca.
Así como al norte se encontraban los collas, al sur estaba la Confederación Charca que tenía dos grupos: los Carangas y Quillacas en torno al lago Poopó, y los Charcas que ocupaban el norte de Potosí y parte de Cochabamba. Ambos, Charcas y Collas, eran de habla aimara.
La cultura material de los Carangas presenta extensas necrópolis o chullpares algunos de los cuales conservan todavía restos de pintura en sus muros exteriores. Una vez que los carangas fueron conquistados por los incas, Huayna Capac los llevó a trabajar al valle de Cochabamba como mitimaes.
El señorío denominado Charca, al que estaban adscritos Cara-caras y Chichas, fue conquistado por los incas en tiempo de Tupac Inca Yupanqui y llevados a la conquista de Quito. Por su parte el pueblo de los Caracara era tan belicoso como el Charca y aún más, en su territorio tienen lugar aún hoy día las luchas denominadas “Tinkus”.
Cultura Urus y Chipayas
Los urus son anteriores a los pueblos agricultores y ocupan la cuenca fluvial y lacustre del altiplano. Linguísticamente emparentados con los Chipayas, coexisten con los aimaras y los incas, y perviven durante la dominación española, llegando hasta nuestros días.
En el delta formado por la desembocadura del río Lauca sobre el lago Coipasa viven los Chipayas; este pueblo, originalmente fue de origen lacustre, aunque hoy también practica, en pequeña escala, la agricultura.
Breve historia Inca
Los Incas emergen hacia el siglo XII de nuestra era después del colapso de Tiahuanaco. Los primeros Incas son legendarios, sobre todo la figura de Manco Capac que está inmersa en la leyenda. La expansión del señorío cuzqueño tiene lugar a partir de Viracocha, octavo Inca.
Esta expansión se efectiviza con Pachacutec, quien entra ya en el período histórico con cronología y hechos bien especificados.
A este monarca le siguen Tupac Inca Yupanqui que consolidó la conquista del Collasuyo penetrando en la altiplanicie, por la región de Carangas, a través de Chile. Fue por el valle de Camata, al este del lago Titicaca, que se ingresaron a las estribaciones de la cordillera amazónica.
Un testimonio local de principios del siglo XVII recuerda que la ayuda de los indios Callahuayas fue decisiva. A la muerte de Tupac Inca Yupanqui heredó el Imperio su hijo Huayna Capac, quien visita el imperio organizado una expedicion rumbo al Collasuyo, así el inca en persona llegó hasta los Charcas estableciendo Cochabamba como centro para la repartición de mitimaes.
En el año de 1522, cuatro años antes de que Pizarro llegara al Perú, es cuando al imperio de los incas llagó, desde el sur-este, un contingente de indios guaranís que cerca de cerca de Samaipata se encontró con la frontera del Imperio Incaico.
Huayna Capac fue anoticiado, y después de contener a los invasores, conocidos como Chiriguanos, y de terminar las guerras en el Chinchasuyo, muere dejando dividido el Tahuantinsuyo entre dos de sus hijos: Atahuallpa y Huascar.