La batalla de Ingavi y la consolidación de la independencia.
Entre 1839 y 1841 Bolivia se sumió en el desorden y en el peligroso trance de su desaparición como estado soberano. Velasco gobernó un país en permanente conmoción. Al principio el gobierno de la “restauración” dictó una nueva Constitución (1839) y oficializó a Sucre como capital de la república. Enfrentó en su corto periodo el asedió del Gral. José Ballivián con fuertes aspiraciones presidenciales y de los seguidores de Santa Cruz que impulsaban la recuperación del mando arrebatado para éste.
Ballivián fue desterrado a Perú y aliado con Gamarra emprendió una aventura en la que el peruano alimentaba de nuevo la idea de anexar Bolivia al Perú. En junio de 1841 Velasco fue derrocado. Entre junio y septiembre de ese año los precarios y breves gobiernos del Gral. Sebastián Agreda y luego de Mariano Enrique Calvo (nominalmente el primer Presidente civil de Bolivia) instalados en Cochabamba, ambos a nombre del depuesto Santa Cruz, terminaron ante la imposibilidad del Mariscal de volver a Bolivia.
La fuerza militar de Ballivián tomó La Paz y proclamó a su jefe. Pero Gamarra una vez en Bolivia rompió con Ballivián y amenazó al país. Velasco desde el sur le ofreció sus tropas a Ballivián dejando de lado sus enconos personales y en noviembre de 1841 en los campos de Ingavi, Ballivián derrotó a Gamarra que murió en combate.
Fue el último intento peruano por lograr la anexión, este triunfo militar significó la consolidación definitiva de la independencia boliviana.