Ismael Montes y la continuación del ciclo liberal

En 1904 fue elegido Ismael Montes quien nada más comenzar su gobierno tuvo que afrontar una de las más grandes responsabilidades históricas que hubiese tenido un mandatario boliviano, el tratado de 1904.

El congreso debatió duramente el tema y a pesar de una fuerte oposición (Miguel Ramírez, Pastor Saínz, Fernando Campero, Román Paz, entre otros), la mayoría liberal se impuso. Se acordó la cesión a perpetuidad a Chile del Litoral a cambio del libre tránsito de mercaderías, la construcción del ferrocarril Arica- La Paz y 300.000 libras esterlinas.

El mar a cambio de un plato de lentejas, fue la decisión pragmática de los liberales. El dinero recibido de Brasil y Chile permitió al liberalismo un importante trabajo de modernización de las principales ciudades, particularmente La Paz. Se comenzaron vías férreas como La Paz-Beni, Viacha-Oruro, Oruro-Cochabamba, Oruro-Potosí y Potosí-Tupiza, un proceso vital de vertebración del territorio occidental.

El país se adecuó al patrón oro y se crearon nuevos bancos. Comenzó una etapa de bonanza económica apoyada por el auge gomero y estañifero. En el ámbito de la educación se contrató la misión belga presidida por Georges Rouma, que modificó curriculums y modernizó la educación nacional, instalando la primera normal para la formación de maestros. En lo religioso se aceptó la libertad de cultos.

En las elecciones de 1908 ganó Fernando Guachalla quien no pudo posesionarse al morir días antes de la transmisión del mando. Montes decidió prorrogar un año más su mandato de manera totalmente ilegal.

Le sucedió Eliodoro Villazón quien ganó los comicios de 1909. El gobierno de Villazón fue uno de los más tranquilos y prósperos que haya tenido el país. Gozó de una economía en bonanza y en crecimiento, tuvo sucesivos superavits en los presupuestos nacionales, las exportaciones crecieron en más del 50 % y se instalaron tranvías en La Paz y Cochabamba.

El gobierno contrató una misión alemana presidida por el Gral. Hans Kundt para modernizar el ejército, en una línea permanente de renovación militar que sostuvieron los gobiernos liberales. A diferencia de sus antecesores, respetó escrupulosamente la Constitución y los derechos ciudadanos, sin la presión de movimientos subversivos que había sido y sería una constante histórica.

En esa época surgieron las obras de Franz Tamayo y Alcides Arguedas que contrapusieron visiones de la sociedad, Tamayo en un vitalismo exaltador de los valores indígenas, Arguedas en una demoledora crítica al conjunto de la sociedad que perfilaría años después (1919) en Pueblo Enfermo.

Dos importantes periódicos nacieron en el periodo liberal, el oficialista El Diario y el republicano La Razón.

En 1913 Montes volvió al poder en medio de una altísima popularidad, pero le tocó afrontar la crisis producida por la primera guerra mundial, tuvo que reformar el sistema financiero estableciendo que el único banco con capacidad para emitir moneda era el Banco de la Nación.

La medida generó fuertes protestas, sumada a la contracción económica como producto de la caída de las exportaciones. Incluso se tuvo que suspender temporalmente el pago de la deuda externa. (1913-1916), pero en 1916 la situación se revirtió y el Presidente se ufanó de que por primera vez se superaron los 100 millones de pesos en exportaciones.

La situación en el agro se mantuvo inalterable, la expoliación de las tierras de comunidad no trajo consigo una modernización ni ampliación productiva, pero sí crecieron los terratenientes, entre ellos los presidentes Pando y Montes. El descontento indígena se expresó de nuevo con el levantamiento de Pacajes de 1914.

En 1917, igual que ocurrió con el último gobierno conservador, llegó a la presidencia por la vía electoral José Gutiérrez Guerra, un hombre tranquilo, más bien débil y con escaso ascendiente. Las pugnas entre liberales nacidas ya en 1904 con Pérez Velasco, culminaron con la escisión definitiva y el nacimiento del Partido Republicano en 1915, con figuras claves como el propio expresidente Pando y los futuros presidentes Bautista Saavedra y Daniel Salamanca.

El asesinato del Gral. Pando en 1917 abrió una brecha insalvable, el crimen nunca esclarecido se achacó al gobierno y fue el san benito que ligó Gutiérrez desde el comienzo de su mandato. Gutiérrez impulsó la llamada educación indigenal que era el primer esfuerzo por ocuparse de un tema central que solo resolvería la revolución nacional.

En 1920 voló el primer avión en el país. Continuaron las obras de integración vial y se firmó el primer contrato de concesión de áreas para la explotación petrolera con la norteamericana Richmond Levering en el departamento de Santa Cruz.

En esos años comenzaron a surgir las primeras organizaciones gremiales en el ámbito de los ferroviarios y gráficos, llegaron incipientes las ideas anarquistas y socialistas y se organizaron las primeras federaciones obreras locales.

El fracaso de la gestión de Montes ante la Sociedad de Naciones para reivindicar el mar y el fallido juicio de responsabilidades al expresidente, descompuso definitivamente el clima político.